Selma Bouvier escucha que alguien llama a la puerta en mitad de la noche, es Homero que está muy borracho y hasta piensa que ella es su esposa. Por suerte tiene un vestido de Marge guardado por ahí para ponerse y complacer a este hombre, que no dejara pasar la oportunidad de follar con él, aun cuando sabe que este no sabe muy bien quien es. Lo peor es que en medio de este polvo la propia Selma le dice que es la perra de Homero. Todo para enterarse de que este se había hecho pasar por ebrio para follarla sabiendo muy bien de quien se trataba.